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La gran almazara del mundo, España, se debate en su cosecha más incierta. La complicada climatología de los últimos doce meses con temperaturas máximas históricas en periodos fenológicos claves para la aceituna, unidas al constatado déficit de precipitación en un año hidrológico que expira, arrojan más incertidumbre sobre un olivar, el de secano, que sin embargo partía en condiciones iniciales favorables, descansado tras una baja cosecha

El precio del Virgen Extra en el depósito de las almazaras españolas roza los 4 euros cuando expira el mes de julio, con fortaleza y al alza. Aunque el mercado ya había asimilado, vía subida, que tendremos el enlace más bajo de los últimos años, la incertidumbre de la nueva cosecha está acrecentando de nuevo esta tendencia alcista en los últimos días.

Hay dos formas de predecir la próxima cosecha: 1. In situ según el aspecto y conteo de aceitunas en campo, o 2. Analizando las variables agroclimáticas que están afectando a la evolución fenológica del fruto, desde la floración hasta este momento.

Para el primero de los métodos, aforo en campo, confesamos no tener ni medios, ni datos suficientes. Cierto que hemos salido al campo, en nuestro entorno, cierto que recibimos información de otras zonas, cierto que leemos las impresiones de unas y otras organizaciones, pero una predicción seria de cosecha requiere de técnicos estratégicamente distribuidos y que sigan una estricta metodología de medición, y esto hoy por hoy, en España, sólo lo dispone la Junta de Andalucía, la que suele acertar y a cuyas informaciones debemos estar muy atentos.

Hasta el momento y a este respecto solo podemos afirmar que existe una grandísima diferencia entre los olivares de riego y los de secano, que existe también gran contraste según las zonas, incluso fincas, en función de cómo de avanzada estaba la floración cuando se produjeron los máximos de temperatura de mayo. En fin solo podemos hablar de gran heterogeneidad en la percepción de campo que lo único que nos permite afirmar es que no habrá una gran cosecha.

Respecto al segundo método, el análisis de variables diremos en primer lugar que son muchas y complejas, que no son uniformes en todas las parcelas y por todo ello resulta harto complicado el examen conjunto. En cualquier caso analizamos los hitos más importantes en los momentos fenológicos determinantes:

En cuanto a las condiciones de partida: La cosecha anterior, de sólo 860.000 T para un olivar español que potencialmente puede alcanzar máximos de 1.800.000 T, es un dato favorable para la cosecha actual. Como se conoce el olivar, especialmente de secano, es vecero y por tanto tras un año descansado tiende a florecer con fuerza.

En cuanto a las precipitaciones: La precipitación media en la España olivarera está presentando un déficit medio en el entorno del 30%, es decir, estamos ante un año hidrológico seco, con un otoño-invierno de bajas precipitaciones y una primavera bastante seca también. Por tanto la disponibilidad de jugo en el suelo es baja, o muy baja según zonas. A este respecto habrá que estar muy atentos a las lluvias de final de verano y comienzo de otoño que son vitales para la lipogénesis y la finalización del fruto.

Precipitaciones a 30 de junio 2015. AEMET

Precipitaciones a 30 de junio 2015. AEMET

En cuanto a las temperaturas: debemos señalar dos momentos cruciales:

– Por un lado unas máximas históricas que se produjeron en el entorno del 12 de mayo, época de floración, y que incidieron en gran parte del olivar andaluz. Temperaturas cercanas a 40º que afectaron de forma diferente a distintas comarcas, según estuvieran, o no, en plena floración. Allá donde la aceituna estaba formada, con un mínimo de 15 días cuajada, el daño fué menor. Esto ocurrió en zonas más tempranas como Cádiz, Sevilla o Sur de Córdoba. Sin embargo en el epicentro del olivar andaluz, focalizado en Jaén, la densidad de polen en el aire coincidió plenamente con esta semana de máximas temperaturas, lo que constatamos en AEMO con el gráfico de la imagen. Por tanto el daño de las temperaturas en floración ha sido dispar, incluso dentro de una misma provincia según el momento fenológico de la flor/aceituna.

Superposición densidad polen aire - máximas temperaturas. Jaén

Superposición densidad polen olivo en aire – máximas temperaturas. Mes de mayo Fuente: AEMET. Hospital de Jaén.

– Por otro lado hay que considerar el durísimo mes de julio que en zonas del sur ha enlazado, o sigue enlazando más de 20 días seguidos con 40º de máximas, lo que está haciendo daño especialmente a las aceitunas que no habían culminado la fase de endurecimiento del hueso y que se agostaron antes de concluir la llamada multiplicación celular. Parte de este fruto ha caído, y otra parte se mantiene en el árbol pero su número de céludas encargadas de llenarse de aceite es menor. También a este respecto tenemos que diferenciar secano de regadío, y estado fenológico en el que estaba cada parcela a inicio de julio.

Así pues, podemos concluir que la predicción de cosecha es incierta, que como hemos señalado el número de variables es grande y complejo, y que unas juegan a favor y la mayoría, climatológicas, en contra.

Si promediamos los últimos aforos que nos han llegado de fuentes relativamente fiables nos daría la cifra de 1.300.000 T de aceite en España.

Nosotros considerando que el partido no ha acabado, y con todas las reservas, no daremos una cifra sino una franja, apostando que la producción nacional 2015-2016 estará entre 1 y 1.2 millones de toneladas.

J. Penco, AEMO, 2015